Cuando se detecta fibrilación auricular, el tratamiento idóneo depende de factores como: la severidad de la sintomatología, la duración de la fibrilación auricular, la edad del paciente y la existencia de cardiopatía, etc.
Si bien lo ideal es hacer que el corazón vuelva a su ritmo normal (ritmo sinusal), no siempre es posible conseguirlo y por ello, en general, existen dos tipos principales de tratamiento:
- Tratamiento para recuperar el ritmo normal del corazón: Devolver al paciente su ritmo sinusal puede conseguirse de forma relativamente sencilla mediante una cardioversión eléctrica. Lo más difícil es evitar la fibrilación auricular vuelva a aparecer. Para intentar prevenir posibles recurrencias se pueden utilizar fármacos antiarrítmicos, sin embargo su eficacia es relativamente baja, sólo el 50 % de los pacientes se mantienen sin recurrencia pasado el año del episodio de fibrilación.
La ablación con radiofrecuencia es un procedimiento en auge que en manos experimentadas es capaz de obtener una tasa de curación superior al 75 % en casos de fibrilaciones paroxística, siendo algo inferiores los resultados en fibrilaciones auriculares persistentes o en casos de cardiopatías importantes.
- Tratamiento para controlar la respuesta ventricular: En ocasiones no es posible recuperar y mantener el ritmo sinusal, en estos casos se opta por dejar al paciente en fibrilación auricular y controlar su respuesta ventricular mediante la administración oral de fármacos betabloqueantes o calcioantagonistas, en función de las características del paciente.
En los casos donde el tratamiento con fármacos no sea efectivo o presente efectos secundarios adversos, está indicada la realización de una ablación del nodo auriculoventricular, manteniendo un adecuado ritmo cardiaco mediante la implantación de un marcapasos ventricular definitivo.
En casos de urgencia, y en función del cuadro que presente el paciente, los tratamientos más frecuentes son:
- Cardioversión eléctrica mediante electrochoques al corazón
- Administración de medicamentos por vía intravenosa.
Un aspecto muy importante del tratamiento de la fibrilación auricular es conocer la posibilidad que tiene esta arritmia, de provocar embolias que por desgracia en muchos casos afectan al cerebro. Estas embolias se pueden prevenir con anticoagulantes. El más conocido es el Sintrom ® pero desde hace años se dispone de otros fármacos más cómodos de tomar y que han demostrado ser al menos tan eficaces como el Sintrom ® y puede que más seguros (Dabigatran ®, Rivaroxaban ®, Apixaban ®, Edoxaban ®).
Pero no todos los pacientes con fibrilación auricular necesitan anticoagulantes porque en los que tienen un riesgo embólico muy bajo, el tomar anticoagulantes tendría más riesgos que beneficios. Para conocer la probabilidad que tiene cada paciente, de embolias y hemorragias, el médico calculará unos parámetros, basándose en la edad, sexo, tipo de fibrilación, cardiopatía, hipertensión, diabetes y otras patologías que se conoce que influyen en ello. Solo así podrá aconsejar realmente lo que cada paciente con fibrilación auricular necesita.