Esta enfermedad cardíaca, cuya denominación se corresponde con los apellidos de los doctores que la descubrieron, Wolff – Parkinson – White, está considerada como uno de los síndromes más frecuentes de pre-excitación, (contracción prematura de la masa muscular de la cavidad inferior del corazón, de los ventrículos)
El síndrome Wolff – Parkinson – White (WPW) se caracteriza por ser una anomalía congénita (anomalía de nacimiento), que ocurre porque existe una vía de conducción accesoria que une las cavidades superiores del corazón con las inferiores. La conexión a través de esta vía, hace que se salte el sistema de conducción normal que tenemos todos uniendo directamente aurículas y ventrículos, y favorece que la actividad eléctrica llegue antes que por la vía normal. Por lo tanto, en estos casos los ventrículos se activan por dos vías, una normal (nodo aurículo-ventricular) y otra anómala. Esta conducción eléctrica anómala agrava el estado del corazón y favorece la aparición de otras arritmias como taquicardias paroxísticas y fibrilación auricular.